REVISTA ESPAÑOLA DE

Vol. 35, n.º 3, 2002

ARTÍCULO
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CRÍTICA DE LIBROS

 

DE LA TÉCNICA DE LAS AUTOPSIAS

Rodolfo Virchow
Año: 1894
Traducida de la 4.ª edición alemana por D. Rafael del Valle Aldabalde
Edición facsimilar 2001. 13 x 18 cm. 252 paginas. 12,02 euros.
Editorial MAXTOR. Fray Luis de León, 20. 47002 Valladolid.

«Cuando en el año 1844, fui encargado de la ayudantía del Jefe de trabajos anatómicos de la Caridad, Roberto Froriep, me encontré que en la pequeña sala de autopsias que entonces había, seguíase un procedimiento bastante desordenado. Eran muy pocas las autopsias hechas por el mismo Director...». Así comienza el primer capítulo de este delicioso libro que vería la luz, traducido al español, en 1894. En él, Virchow se expresa directamente, dejando traslucir, más allá del carácter técnico de la obra, su personalidad, su latido humano, y su incuestionable amor por la Anatomía Patológica. Rudolf Virchow (1821-1902) de quién, por cierto, se cumple en este año el primer centenario de su muerte, vendría a convertirse en una de las piedras angulares más sólidas de la Patología. El axioma «Omnis cellula ex cellula» sería la expresión latina que sintéticamente recogería el revolucionario concepto de que cada célula precede de otra célula y no de un hipotético blastema, lo representaría el impulso definitivo a la teoría celular.

El libro que nos ocupa, tal como llega a nuestras manos, es una bella y respetuosa reproducción facsimilar del original que incluye diez capítulos técnicos, siempre enriquecidos por los personales comentarios de Virchow, cuatro casos tipo minuciosamente presentados, y el Reglamento Prusiano para el examen medico legal de los cadáveres que actualizaría y reformaría sustancialmente el autor del libro. La edición española se vió enriquecida por la inserción, a iniciativa del traductor y médico del Hospital Provincial de Madrid, el Dr. Rafael del Valle Aldabalde, de dos apéndices especialmente interesantes para el lector de entonces porque ubicaba la materia en la auténtica realidad española y que hoy, algo más de cien años después, aportan al lector curioso notas que el tiempo hubiera borrado. El primer apéndice corresponde al Procedimiento del Dr. Pedro Mata para practicar las autopsias, procedimiento que es recogido textualmente y de forma sucinta, sin otros comentarios ya que en el momento de la publicación del libro el Dr. Mata (1811-1877), catedrático de Medicina Legal y Toxicología considerado como el creador de esta disciplina en España, además de político, escritor e intelectual polémico, hacía ya años que había fallecido. No así ocurre con segundo apéndice donde se vierten, a modo de entrevista, opiniones del Dr. José Letamendi (1828-1897), pintor y melómano, además de impugnador de las teorías materialistas del Dr. Mata, que aunque ya anciano contribuye al esplendor de la obra que comentamos con jugosos comentarios y anécdotas. El viejo profesor, catedrático entonces de Patología General y antes de Anatomía, relata que dentro de su avanzado proyecto de publicar un tratado de Clínica general incluye una sección dedicada al ‘Arte de practicar autopsias’, texto, este último, que estaba entonces terminado y listo para ser entregado a la imprenta. Desconozco si así fue.

En resumen, encomiable labor de la Editorial Maxtor de Valladolid al devolvernos la vitalidad de una obra olvidada, y magnífica ocasión para patólogos y forenses para reconocer orígenes comunes. Ocasión también para adentrarse en otros momentos que, aunque lejanos en el tiempo, mantienen su inmanente presencia en nuestro presente.

Dr. José Antonio Giménez Mas