REVISTA
ESPAÑOLA DE Vol. 42, n.º 3, 2009 |
EDITORIAL
Con las vivencias del XXIV Congreso de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) todavía frescas en nuestra memoria y con los correos electrónicos de los patólogos del Hospital Germans Trias aún repletos de felicitaciones, es el momento de agradecer a todos los que, de una manera u otra, han contribuido a hacer de este congreso un hito a la altura del L aniversario del nacimiento de la SEAP.
Como presidente del comité organizador del congreso, quiero dejar constancia de que el alud de felicitaciones recibido por mi equipo es patrimonio de todos y expresión de la madurez quincuagenaria alcanzada por la SEAP. El acta de nacimiento de nuestra sociedad data del 26 de octubre de 1959, día en que en media página escrita a mano se glosaron magistralmente el espíritu y los objetivos de la SEAP.
Esa acta fundacional reza así: «En Madrid a 26 de octubre de 1959. Reunidos los Doctores que al margen se expresan y que constituyen la Junta directiva interina de esta Sociedad acuerdan enviar boletines de inscripción a diferentes regiones para incrementar la recluta de nuestros asociados; así como ponerse en relación con todas las sociedades internacionales de Anatomía Patológica; enviar a la prensa diaria, Radio, Medicamenta, Boletín Oficial del Colegio de Médicos, etc. la noticia de la constitución de la Sociedad; manera de hacer el cobro de los recibos para lo que se dé un voto de confianza al Cajero Dr. Puchol. Invitar para el acto de inauguración de la Sociedad a los Dres. Marañón, Jiménez Díaz, Vara López; se acuerda hacer un oficio a la Comisaría de Policía. Y no habiendo más asuntos que tratar, el Presidente dio por terminado el acto, firmando a continuación en la indicada plaza. El Secretario Ángel Valle Jiménez».
Difícilmente podrían haber sido más futuristas las apreciaciones de los padres fundadores (J. Sanz Ibáñez, A. Valle Jiménez, J.R. Puchol, M. Morales, J.M. Ortiz Picón, L. Zamorano). Ellos y otros socios fundadores (Carlos Liñán, Juan Domingo Toledo, Horacio Oliva, Agustín Herrero Zapatero, Félix Contreras, José Mª Martínez Peñuela, Adoración Morales y José Ignacio Ispizúa, entre otros) pondrían en marcha una Sociedad en progreso continuo que ha cumplido el medio siglo tras un apasionante recorrido presidido sucesivamente por Julián Sanz Ibáñez, Luis Zamorano, Agustín Bullón, Antonio Llombart, Horacio Oliva, Hugo Galera, Jaime Prat, Alfredo Matilla, Antonio Cardesa, Ana Mª Puras, Emilio Álvarez, Javier Pardo, Sergi Serrano y el autor de estas líneas.
Desde el inicio hasta hoy se han sucedido 24 congresos de la SEAP. Los tres últimos han presentado la característica común de estar organizados por un presidente que no reside en la ciudad de celebración del congreso. Así, el Dr Javier Pardo organizó el XXII Congreso en Palma de Mallorca, el Dr Sergi Serrano organizó el XXIII Congreso en Tarragona y yo he organizado el XXIV Congreso en Sevilla.
En los tres casos el peso fundamental de la organización y desarrollo del congreso ha recaído en los patólogos del Servicio del presidente, que siempre recordarán la intensidad y la duración de la experiencia. Estos equipos han realizado frecuentes visitas de trabajo a las ciudades sede de los congresos y, muy principalmente, han contado con la colaboración inestimable de los comités locales (presididos por el Dr Ramon Canet en Palma, el Dr Joan Josep Sirvent en Tarragona y el Dr Ricardo González Cámpora en Sevilla).
El XXIV Congreso ha abundado, pues, en el modelo establecido en los dos congresos previos, en los que se ha inspirado. Sin los caminos abiertos por el intenso trabajo de los patólogos de la Clínica Universitaria de Navarra (para Palma) y luego del Hospital del Mar (para Tarragona), los esfuerzos de los patólogos del Hospital Germans Trias (especialmente Eva Musulén, Cristina Carrato, Maite Fernández, Lola López y José Luis Mate) no hubiesen conducido a los frutos habidos en el XXIV Congreso.
También cabe resaltar que esos logros hubiesen sido imposibles sin la colaboración importante de los patólogos del Son Dureta de Palma, Joan XXIII de Tarragona y Virgen Macarena de Sevilla, de los presidentes de los comités científicos (el Dr Xavier Matias-Guiu en Palma, yo mismo en Tarragona y el Dr Enrique de Álava en Sevilla), el webmaster (Dr Marcial García Rojo), la secretaria técnica de la SEAP (Sra Cristina Terrádez), la junta directiva de la SEAP, los conferenciantes, los coordinadores de clubes, los moderadores de cursos, los ponentes y un largo etcétera.
Asimismo, en la línea de los congresos de Palma y Tarragona, el comité organizador del XXIV Congreso ha puesto cuidado especial en el desarrollo de un programa social variado que facilitase la interacción entre los asistentes. Al respecto, es obligado destacar la colaboración profesional prestada por las señoras Reyes Rey y Pino Canales, del Ayuntamiento de Sevilla, que en todo momento nos ayudaron y asesoraron y con las que hemos llegado a entablar una relación muy cordial.
El próximo congreso de la SEAP y la División Española de la Academia Internacional de Patología será un continuador de este modelo. Puesto que el mandato presidencial es ahora de cuatro años y nuestros congresos son bienales, mi equipo organizará también el XXV Congreso (Zaragoza 2011), en esta ocasión con la colaboración del Dr José Antonio Giménez Mas, del Hospital Miguel Servet. El Palacio de Congresos de Zaragoza, localizado en el recinto de la Exposición Internacional de 2008 y muy próximo a la estación del AVE, será el escenario del evento. Para el mismo, ya contamos con la participación de los Dres Christopher D. M. Fletcher, John K. C. Chan y John R. Goldblum.
Tal como trajo a nuestra atención el Dr José Luis Villar, la celebración del XXV Congreso de la SEAP será la ocasión para pasear la mirada por la pequeña gran historia de nuestros congresos, y a tal fin se expondrá la iconografía más entrañable y representativa de los mismos. Las orillas del Ebro también verán la nueva versión del Libro Blanco de la Anatomía Patológica en España, cuya edición 2009 tan brillantemente ha coordinado el Dr José Antonio Giménez Mas.
Una vez superado el XXV Congreso, el timón de la SEAP quedará felizmente en manos del Dr Ricardo González Cámpora, en la actualidad presidente electo, que organizará y desarrollará los congresos de 2013 y 2015, de nuevo con la colaboración de patólogos de las ciudades sede seleccionadas. En el congreso de 2013 tendremos un nuevo presidente electo, que tomará posesión como presidente al final del congreso de 2015 y deberá organizar los congresos de 2017 y 2019...
Es importante tener en cuenta que el motor detrás de estos congresos no es el mágico recurso a una supuesta «profesionalización», sino el esfuerzo de los que, en versión particular de la retórica kennedyana, continuamente se preguntan qué pueden hacer ellos por la SEAP y no qué puede hacer la SEAP por ellos. La profesionalización de un buen número de tareas de nuestra Sociedad es muy necesaria, pero hay que tener claro que si bien esos profesionales pueden llegar a proporcionar un estroma magnífico, el órgano no funcionará si los patólogos no aportamos el parénquima. Creo que no exagero al decir que el motor fundamental de nuestras actividades sigue siendo un voluntarismo rayano en lo quijotesco, independientemente de que haya que cubrirlo con la carrocería moderna de una buena secretaría técnica. Y a nadie se le escapa que, mientras más vistosa y compleja sea la carrocería, mayor ha de ser la potencia del motor.
De manera importante, el XXIV Congreso de la SEAP ha tenido entre sus objetivos el acercamiento de la SEAP a otros colectivos como son la Sociedad Española de Citología (SEC), los médicos forenses, los patólogos europeos y americanos, los básicos y los clínicos y los representantes de la industria. Por este motivo, el lema del congreso ha sido «Construyendo puentes» y se ha celebrado de forma conjunta con el XIX Congreso de la SEC, habiendo actuado como co-presidente del comité organizador el Dr Javier Sáenz de Santamaría (entonces presidente de la SEC) y como co-presidente del comité científico el Dr César Lacruz. La celebración bajo un mismo techo de los congresos de la SEAP y la SEC, por primera vez en la historia, ha sido un acontecimiento que ha propiciado el que las dos sociedades aúnen esfuerzos y se conozcan mejor. Extendemos nuestra enhorabuena al nuevo presidente de la SEC, el Dr Ernesto García Ureta, y hacemos votos por el cultivo de sinergias respetuosas y equilibradas.
La participación de los médicos forenses, liderados por el Dr Joaquín Lucena, fue muy entusiasta y destacada en el XXIV Congreso. Ha sido también la primera vez que los patólogos forenses han estado presentes, como tal colectivo, en un congreso de la SEAP. Asimismo, ha sido expresión de esta política de tender puentes la presencia en el congreso de un buen número de colegas portugueses, representados por la presidenta de la Sociedade Portuguesa de Patologia (Dra Isabel Fonseca) y de colegas latinoamericanos, representados por el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Patología (Dr Víctor Argueta), el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Citología (Dr Fernando Miziara) y el presidente de la Sociedad Dominicana de Patología (Dr Laureado Ortega). La representación europea incluyó al Dr Michael Wells, presidente electo de la European Society of Pathology, y la representación norteamericana estuvo a cargo del Dr Victor Reuter, presidente saliente de la United States and Canadian Academy of Pathology, y la Dra Maria José Merino, presidenta de la Arthur Purdy Stout Society of Surgical Pathology. La selección de conferenciantes plenarios (Dr Manuel Perucho, Dr Manuel Sobrinho-Simões, Dr Jaime Prat, Dr Juan Rosai, Dr Saul Suster y Dr Hugo Galera, entre otros) estuvo en sintonía con la internacionalidad del evento.
En resumen, creo que los miembros de la SEAP y nuestros amigos podemos estar orgullosos de lo logrado entre todos en el XXIV Congreso y de nuestro aspecto saludable al cumplir los 50 años. Como proclama el Liber Eclessiastes (3, 1-8), en la vida hay un tiempo para cada cosa: Omnia tempus habent et momentum suum cuique negotio sub caelo... tempus plantandi et tempus evellendi quod plantatum est... tempus flendi et tempus ridendi... tempus plangendi et tempus saltandi... tempus belli et tempus pacis... quid lucri habet, qui operatur, de labore suo?1 Ahora, aunque sea brevemente, es tiempo para que los que sembraron recojan la cosecha, rían y lo celebren en paz.
Aurelio Ariza
Presidente del Comité Organizador del XXIV Congreso de la SEAP
1 Todas las cosas tienen su tiempo y hay un momento para cada una de ellas bajo el cielo... tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado... tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar... tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho obtiene el que trabaja de aquello en que se afana?