REVISTA ESPAÑOLA DE

Vol. 42, n.º 4, 200
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ARTÍCULO
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TEMAS DOCTRINALES

¿Aceptamos el reto?

Laia Bernet Vegué, Francisco Sevilla Chica, Marcos Martínez Benaclocha, Pascual Meseguer García

Servicio de Patología. Hospital Lluís Alcanyís. Xátiva.

  

El patólogo es el profesional de la Medicina que se ocupa del estudio de las causas, desarrollo y consecuencias de las enfermedades desde un punto de vista morfológico, entendiendo la morfología como un espectro continuo que va desde la anatomía macroscópica hasta los confines moleculares de la vida.

Las distintas etapas de la evolución de la especialidad han estado determinadas por el desarrollo e incorporación de nuevas herramientas diagnósticas, tales como la histoquímica, la microscopía electrónica y posteriormente la inmunohistoquímica.

El gran desarrollo biotecnológico de los últimos años requiere un esfuerzo adicional que incorpore a nuestros servicios las nuevas técnicas, especialmente en el área de la patología molecular, como complemento al diagnóstico morfológico, derivándose de ello un entendimiento cada vez más dinámico de la enfermedad y más ajustado a su biología.

Ello nos está permitiendo grandes avances en el campo de las enfermedades degenerativas, infecciosas y oncológicas especialmente, donde el trabajo del patólogo queda reflejado no sólo en un mejor diagnóstico sino también en unas mejores clasificaciones pronósticas y predictivas.

En consecuencia, el patólogo actual debe ser puente o bisagra entre las técnicas básicas de investigación y su aplicación en el ámbito clínico, jugando un papel central e insustituible en la integración de toda la información procedente de las distintas áreas de conocimiento.

¿Es la Patología la especialidad más indicada para asumir esta responsabilidad? ¿Interesa este reto a los patólogos? ¿Están los servicios de Patología preparados para asumir este nuevo desafío?

La tendencia a la inclusión de los laboratorios de Anatomía Patológica en un área general de laboratorios puede generar una competencia de habilidades entre distintas especialidades o profesiones, cuya consecuencia inevitable sea la fragmentación y, por tanto, incompleta interpretación de los datos necesarios para la correcta elaboración del diagnóstico final cuya responsabilidad, en cualquier caso, es y debe ser del patólogo.

¿Deben los servicios de Patología incluir personal no médico (biólogos, biotecnólogos, bioquímicos, bioinformáticos, etc.) en sus plantillas? ¿O debemos crear los patólogos una subespecialidad que de respuesta a las crecientes necesidades en este área?

En nuestra opinión, es sólo en el ámbito de nuestra especialidad, a caballo entre las ciencias básicas y la medicina clínica, donde se debe integrar la información aportada por los nuevos procedimientos moleculares. Es el patólogo, como gestor de los tejidos recibidos, quien debe asumir la responsabilidad de la indicación y, siempre que sea posible, la realización, de los estudios moleculares necesarios sobre el tejido para llegar al mejor diagnóstico.

El compromiso individual de cada uno de nosotros debe ser apoyado, estimulado y reconocido por los organismos representantes de nuestra especialidad y de las distintas administraciones a fin de que aporten a nuestros servicios los recursos técnicos y humanos necesarios para afrontar el nuevo reto.

El momento es crítico para nuestra especialidad. Aceptar este reto es responsabilidad de cada uno de nosotros. La consecución de este compromiso necesita, fundamentalmente, de nuestro propio convencimiento.

Desde nuestro servicio proponemos:

1. Desarrollar el programa de formación en patología molecular adecuado a los nuevos requerimientos durante el período de formación MIR.

2. Potenciar el Club de Patología Molecular y crear, en su caso, una Sección de Patología Molecular en el seno de la Sociedad Española de Anatomía Patológica.

3. Habilitar los recursos necesarios para la formación continuada en el área de la patología molecular.

4. Adecuar los recursos técnicos y humanos de nuestros servicios a la Patología del siglo XXI.

5. Promover un debate que englobe a todos los patólogos interesados para concretar y dar solución a cada uno de los puntos anteriores y otros que se puedan plantear.

¿Aceptamos el reto?